Marc Sadler, uno de los primeros licenciados en Esthétique industrielle de la ENSAD de Paris, en el ámbito de los diseñadores internacionales que han escogido Italia para vivir y trabajar, en cierto modo, es único. Trabajó como director de proyecto para algunos de los más grandes grupos industriales del sector de productos deportivos y de electrodomésticos, centrándose siempre en el concepto y en la práctica del taller “renacentista” pero que emplea todas las competencias del sistema industrial para encontrar una solución apropiada y acorde a toda demanda, de la investigación aplicada a la invención de nuevos materiales, a la organización de la producción y el marketing, sin apartar jamás la mirada del invento. Por esta razón, durante su experiencia profesional, cuando fue necesario, escogió ser empresario. Algo así como un Leonardo europeo del diseño, de origen francés pero nacido en Austria, con estudio en Milán. Trabajando para Caimi, desde el año 2001, ganó el XXI Compasso d’Oro con la estantería Big, en particular gracias a una solución estética innovadora invisible patentada. Pues bien, esta es su “marca” y es evidente que acabase trabajando para esta empresa cuyo emblema siempre fue la patente.